sábado, 9 de mayo de 2009

Villalpando ¿en el PRD?

URIEL FLORES AGUAYO
Frente Amplio Social

De la lista de candidatos a diputados federales del PRD en Veracruz, donde a excepción de unos cuantos la mayoría van de relleno o alquilados, sólo faltaba el folklor, que llega con Rafael Hernández Villalpando, candidato en el distrito de Xalapa Urbano. Es la cereza del pastel de la descomposición política y ética en que se encuentra el grupúsculo que controla al PRD local, es la señal definitiva que confirma que el partido del sol azteca tocó fondo.
Tanto en Xalapa como en la mayoría de los distritos de Veracruz, un pequeño grupo decidió las candidaturas sin diagnósticos, análisis, criterios, visión o proyecto político común. Imperó lo faccioso, la ignorancia, el entreguismo, la ocurrencia y el “ahí se va” para determinar sobre los candidatos. Como perredista xalapeño fijo mi postura de deslinde de la candidatura de Villalpando, quién no es merecedor de portar nuestras banderas y no representa, ni por equivocación, las causas por las que siempre hemos luchado en la izquierda:
Villalpando fue el gran beneficiado de la combinación de tres factores políticos claves en la elección local de 1997: En primerísimo lugar el llamado efecto Cárdenas, que como dije en su momento hubiera hecho ganar hasta una vaca; en segundo lugar la concesión y acuerdo de AMLO al licenciado Dante Delgado, quién por esas fechas se encontraba en prisión; en tercer lugar, pero no menos importante, es el respaldo casi unánime que obtuvo de los perredistas xalapeños. Villalpando fue candidato a presidente municipal a pesar de que en las encuestas internas del PRD, que nos fueron mostradas por AMLO, se encontraba en quinto lugar, muy por debajo de militantes serios como los profesores Jorge Lara de la Fraga y Atanasio García Durán; es decir, es producto del “dedazo” de Dante, una vez que éste obtuvo el respaldo de Andrés Manuel. En esa elección el PRD obtuvo la más alta votación de su historia en Veracruz, ganando 59 municipios, entre los cuales, además de Xalapa, estuvieron Tuxpan, Papantla, Cosamaloapan, Cosoleacaque, Minatitlán y Coatzacoalcos, entre otros.
Ya como presidente municipal Villalpando fue desleal con el PRD, atacando de manera sucia a sus dirigentes locales y bloqueando las posibilidades de desarrollo de dicho partido. La izquierda xalapeña vió frustrarse unos 18 años de trabajo electoral al haber depositado su confianza en un personaje como Villalpando, quién sin rumbo y lleno de contradicciones acabó huyendo por asuntos legales. Le dimos la mano y nos la mordió.
En el 2005 reapareció públicamente en apoyo de AMLO, a quién prácticamente perseguía por todos lados en búsqueda de su aval para alguna candidatura; todavía en los primeros meses del 2006 se le vió en los actos de campaña del peje. De pronto, de buenas a primeras, aparece como orador principal en el mitin del cierre estatal de campaña que Felipe Calderón, celebró en Xalapa, en unos de los giros más desproporcionados de que se tenga memoria en Veracruz.
Ya instalado en el ambiente panista en el 2007 disputa la candidatura a presidente municipal con Cinthia Lobato, siendo desplazado por quienes lo habían usado como el gran protagonista en la campaña de Felipillo. En otro de esos giros que en él se volvieron costumbre aparece en la candidatura pero del ¡ PT !, la cual resultó fallida por problemas legales.
Estamos ante una trayectoria política pragmática y oportunista que únicamente puede ser recogida por un grupo similar, además de corrupto, como el que simula dirigir y representar al PRD. Seguramente apelarán a lo rentable y competitivo electoralmente para intentar justificar la candidatura de un personaje desleal y traidor. Lo paradójico es que mientras el PRD postula a quién en su momento apoyó la campaña sucia y fraudulenta de Calderón, una perredista histórica, la maestra Gloria Sánchez, se fue como candidata de Convergencia y AMLO, cuyos seguidores tienen la opción de apoyarla o irse al abstencionismo.
No se requiere mayor inteligencia para vaticinar que la campaña de Villalpando, además de los pocos votos que obtenga, va a ser un desastre ideológico, político y ético. En lo personal mi voto será por el partido.

Recadito: El FAS suspende movilizaciones hasta que concluya la crisis de salud en que se encuentra nuestro país.