miércoles, 3 de junio de 2009

"Tercer grado", ¿espejo de los mexicanos?

ERNESTO PARTIDA PEDROZA
EnlaceVeracruz212

Todos los miércoles por la noche se dan cita las luminarias del periodismo mexicano en Televisa en el programa llamado Tercer grado”.Joaquín López Dóriga, Dennis Maerker, Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva; Carlos Loret de Mola, Adela Micha, todos ellos conducidos por Leopoldo Gómez. Tercer Grado es la conjunción de los egos del periodismo, todos ellos opinan, sentencian, condenan o absuelven.
Cada sesión se convierte en la defensa de los puntos de vista de los periodistas, la soberbia se monta sobre ellos, la humildad la han desterrado, nadie le pregunta al otro, ¿Cómo llegaste a esa conclusión? Y cuando lo hacen, no es para aprender del otro, sino para tomar elementos del otro para descalificarlo.
Lo que piensa cada periodista al inicio del programa es con lo que salen del mismo. No hubo ningún cambio de los puntos de vista, nadie pronuncia las palabras: “Tienes razón”, “Reconozco que estaba en un error”, “Gracias por abrirme los ojos”.Estas frases no existen en el diccionario de las estrellas del periodismo.
Por supuesto que estos periodistas famosos tienen todo el derecho de pensar lo que quieran, el problema es que sus puntos de vista se proyectan a sus públicos. Tercer grado está hecho a imagen y semejanza del pueblo de México. La gran diferencia entre el pueblo y estos periodistas es que estos tienen mucha información, misma que usan para fortalecer el pesimismo del pueblo mexicano. Piensan que la condición del pueblo mexicano no puede cambiar y curiosamente la gran mayoría de la población piensa lo mismo, es por esta razón que el pueblo no se mueve hacia un cambio, porque están convencidos de que no se puede.
Así como hay políticos que mandan al diablo a las instituciones, también los periodistas mandan al diablo a la filosofía, la sociología, la antropología y a la psicología. Al hablar de los problemas sociales pasan por alto a las ciencias sociales y terminan solo hablando del más alto nivel del chisme político que no edifica a nadie. ¿Acaso se edifica un gran país con este tipo de programas? ¿Qué es lo que le aporta Tercer grado a México?
La gran ausente en estos periodistas es la humildad y en su lugar se monta la soberbia que creen saberlo todo y terminan por condenar a todos los políticos que no hacen lo que debería hacer. Si sumáramos a todos los públicos de cada uno de estos periodistas, serían varios millones, mismos sobre los cuales se influye de forma determinante.
Si estos periodistas pusieran un poco de humildad en su trabajo periodístico, harían un gran servicio a México. Podrían aprender que la capacidad potencial de los mexicanos es mucho más grande que los problemas que padecemos, podrían vislumbrar que los problemas tienen solución y harían lo necesario, periodísticamente hablando, para encontrar las soluciones.
Los periodistas son testigos de que manera los partidos políticos no se pueden poner de acuerdo para resolver los grandes problemas que padecemos los mexicanos, pero estos periodistas tampoco se pueden poner de acuerdo en una simple mesa de discusión en la televisión, ¿con que autoridad moral pueden exigir que los políticos se pongan de acuerdo?
La virtud más importante que un periodista puede tener, no es la información que posee, sino la capacidad para hacer las preguntas sabias para a quien tiene las ideas que pueden llevar a solucionar los grandes problemas nacionales. Si tan solo pudiera darse un cambio en estos periodistas, estos podrían influir en el cambio de muchos millones de personas, mismos que pudieran llevar al cambio del país. Solo hasta entonces podríamos hablar del cuarto poder.
Hoy el cuarto poder se pronuncia y no sucede absolutamente nada. Una vez que ese cuarto poder cambie, solo hasta entonces los hombres y mujeres que ocupan cualquier posición del poder público se pondrán a temblar.
PROPUESTAS DE CAMBIO PARA “TERCER GRADO”
Dado que el programa tiene mucha difusión en todo el país y que está en la cadena más importante, es recomendable realizar varios cambios en su formato y en su contenido para contribuir a mejorar las condiciones México. La primera recomendación es que dejen de tratarse los temas de la agenda de la semana, dicho de otra manera, que se deje de tratar lo urgente para darle paso a los temas importantes, dejar atrás los temas del chisme político y darle paso a los temas de fondo, tales como la inseguridad, la corrupción, la pobreza, la impunidad, etc.
Sugerimos que los temas se centren sobre el diagnostico social de la realidad mexicana, sobre como es el México que deseamos y por último, de que manera podemos construir los puentes que nos ayuden a transitar de la escena real a la escena ideal. ¿Es difícil hacer eso?
Por último, sugerimos darle voz a los grandes estudiosos de la realidad social, tales como a los filósofos, a los sociólogos, a los antropólogos y a todos los que tengan algo valioso que aportar para la construcción de un México distinto. Los periodistas harían solo lo que deberían hacer a la perfección: preguntar con sabiduría para recibir las respuestas sabias de nuestros grandes hombres y mujeres de México.