sábado, 6 de febrero de 2010

La ciencia es una de las principales barreras contra la ignorancia y el oscurantismo

David Valdés Herrera

El mundo actual se dice es la sociedad del conocimiento, un mundo globalizado y altamente competitivo, por lo tanto el desarrollo de un país esta condicionado por su desarrollo científico y tecnológico y por la calidad de su educación.
Por tanto la educación es la vía de superación humana tanto individual como colectiva y debe entenderse como un derecho fundamental de toda sociedad, además permite la movilidad social convirtiéndose en el igualador más efectivo para reducir las inequidades del país extremadamente desigual como el nuestro. Sin educación habrá más desigualdad, marginación y exclusión social.
La educación es el acceso al conocimiento, a la capacidad de aprender, es una manera de acceder a la vida plena, a ser seres universales sin dejar de ser mexicanos.
El desarrollo de un país esta indisolublemente ligado a su apoyo a la educación y ciencia y tecnología.
Hagamos un recuento histórico de algunas academias científicas de los países desarrollados.
La primera academia científica en el mundo moderno, fue la Royal Society de Gran Bretaña en 1660, con científicos tan prominentes como Isaac Newton y Robert Hooke, entre otros. No es coincidencia que el siglo XVIII fue el siglo de la Revolución Industrial con Inglaterra a la vanguardia ejerciendo un amplio dominio en el mundo.
En 1666, es decir, 6 años más tarde se funda la Academia de Ciencias de Francia, su creador fue Jean Baptiste Colbert., uno de los más notables ministros de Luis XIV quien brindo un gran impulso a la industria y el comercio. La lista de miembros de esta academia es extensa y de gran relevancia, desde su fundación hasta nuestros días.
En nuestra América, si bien fue en el siglo XIX cuando se creo la primera academia científica en el continente, que fue precisamente la Academia de Ciencias de los Estados Unidos de Norteamérica, durante la presidencia de Abraham Lincoln quien enfrento la guerra de secesión; sin embargo, ello no impidió la creación de esta academia, la cual tiene una larga tradición entre sus miembros, entre los que figuran más de 200 premios nobel. En este renglón Estados Unidos tiene muy presente que para mantener la supremacía en el mundo debe seguir apoyando a la ciencia de su país. De tal suerte que en una parte importante de su presupuesto es destinado a este rubro, tal y como sucede en la mayoría de los países.
Sobre la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) esta fue creada apenas en 1959, durante la presidencia de Adolfo López Mateos; es decir, acaba de cumplir sus primeros 50 años, que es realmente un período de tiempo demasiado breve, pero sin duda muy fructífero sobretodo si visualizamos que hay una enorme distancia en el desarrollo de la ciencia en México a finales de la década de los cincuenta comparada con hoy, no hay duda que se ha avanzado considerablemente.
En el caso de los recursos destinados a la AMC estos provienen del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) de acuerdo a la Ley de Ciencia y Tecnología aprobada en 2002. La Ley establece que el gobierno debe destinar al desarrollo científico y tecnológico no menos del 1 por ciento del PIB, lo que hasta ahora se ha incumplido
Es importante señalar que actualmente la institución agrupa a un promedio de 2,100 miembros, que para una población de 106 millones de habitantes del país significa que se tiene un investigador de la AMC por cada 50 mil habitantes, un porcentaje muy bajo aún para países latinoamericanos.
Por primera ocasión desde su creación la AMC es presidida por una mujer, la Dra. Rosaura Ruiz Gutiérrez quien junto con sus antecesores expone en diversos foros, la necesidad de obtener mayores recursos para dar seguimiento al trabajo que realizan en esta institución, lo que traería importantes beneficios a la nación; sin duda una de las mejores inversiones y una de las más rentables.
La inversión en Ciencia y Tecnología en el período de 2006 a 2009 se muestra a continuación:

PIB GPCyT
AÑO ( M. MILL. $ ) (M. MILL. $ ) % del PIB
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2006 10,379,784 33,468 0.32
2007 11,206,070 36,319 0.32
2008 12,110,555 41,941 0.35
2009 12,337,300 44,629 0.36
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Fuente: AMC con datos de SHCP, INEGI y la Cámara de Diputados

Los recursos destinados a estos rubros se han mantenido sin variaciones significativas en los últimos años en todo caso se aprecia un ligero incremento después de una disminución en el sexenio anterior.
Es fundamental, sin embargo, reconocer el carácter estratégico que la educación, la ciencia y la tecnología significan para el desarrollo nacional. La historia demuestra de manera fehaciente que el progreso social con equidad y la participación de los diversos sectores productivos en la economía tienen como condición la existencia de un sistema educativo, ciencia y tecnología sólido y de alta calidad.
Históricamente se ha demostrado que las naciones que han invertido en educación y en ciencia y tecnología han alcanzado los mayores niveles de desarrollo humano. Estos países destinan recursos superiores al 2 % de su PIB.
Existe una estrecha correlación entre el gasto de una nación en ciencia y tecnología y su capacidad de generar innovaciones tecnológicas , que constituyen la fuente más sólida de competitividad y desarrollo económico sostenible.
Los miembros de la AMC son elegidos por su membresía, sin embargo el Director del CONACYT Juan Carlos Romero Hicks fue designado por mandato del Presidente de la Republica Felipe Calderón nombro, un personaje con militancia panista, sin ningún mérito científico, con cero producción científica, y sin ninguna publicación sobre ciencia. Es fácil, entonces, entender el porque el gobierno federal recorta el presupuesto destinado a la educación, el porque el CONACYT disminuye el numero y monto de las becas de posgrado; el presupuesto asignado es de apenas el 0.4 % del PIB al rubro de ciencia y tecnología.
Es evidente que el presidente Felipe Calderón no entiende la trascendencia de la ciencia en el desarrollo de un país. Sin duda hay limitaciones presupuestales pero lo que es más grave es la cortedad de miras del grupo gobernante, su indigencia de ideas. Los dos gobiernos panistas pasarán tristemente a la historia como grupos que no entendieron la trascendencia de una población educada.
La ciencia es una de las principales barreras contra la ignorancia y el oscurantismo,
Y la era del conocimiento implica destinar mayores recursos a la educación superior, un país sin ciencia y tecnología esta condenado al subdesarrollo, como nuestro país bajo los criterios actuales; por ello es imperativo cambiar las políticas educativas.
El progreso y desarrollo de un país depende, más allá de los recursos naturales que posea del grado de educación de sus habitantes.