lunes, 19 de octubre de 2009

TURISTAS

Cosas Pequeñas
Juan Antonio Nemi Dib

Hay algunas frases muy reveladoras en nuestra cultura popular: “anda de turista”, “parece turista” y “me trataron como turista”. Parece una insignificancia pero el desprecio que encierran es demoledor: el turista, a partir de estas expresiones, es alguien disperso, que anda en las nubes, a quien se puede sorprender o incluso engañar, porque desconoce nuestra realidad y es vulnerable frente a ella. México y los mexicanos tenemos fama de hospitalarios pero… ¿lo somos realmente?; ¿tenemos la capacidad para enamorar a nuestros visitantes y hacer que regresen a gastar dinero con nosotros, que hablen bien de nuestros destinos turísticos y de nuestro país e inviten a otros a venir?
Durante 2008, la industria mundial documentó 924 millones de pasajeros internacionales con fines de recreo; se trata de una cifra precisa, gracias a los registros de transporte, de autoridades migratorias, del hospedaje y otros servicios. A pesar de que durante el segundo semestre de ese año la actividad se contrajo, el balance anual representó un crecimiento acumulado de 2% respecto de 2007. Los 4 años anteriores –desde 2003— el turismo mundial venía creciendo un 7% por ejercicio, en promedio.
En 2006, el turismo internacional facturó unos 735 mil millones de dólares, y se estima que esta cifra crece en 50 mil millones de dólares o más cada año, de ese tamaño es su impacto. En 2008, los países de oriente medio lograron incrementar el número de sus visitantes en 11% –fue la región de mayor crecimiento en el planeta— mientras que en África y América creció en 4%, una promedio respetable, aunque poco significativo dado que considera por igual a todo el continente. Hoy, debido a los problemas de la economía, los especialistas esperan que la actividad se estanque e incluso que pudiera disminuir un poco, quizá 2 puntos.
A partir de estas cifras se puede entender la enorme dimensión del turismo nacional –viajeros dentro de un mismo país— y regional (ir del DF a Cuernavaca, de Veracruz a Tlacotalpan o de Puebla a Atlixco, aun que no necesariamente implique hospedaje pero sí el consumo de otros servicios), que son incuantificables pero representan una enorme fuente de actividad económica y riqueza social.
Por donde se le vea, la actividad turística es un sector estratégico de la economía mexicana, desde el número de empleos directos que crea hasta lo que aporta al producto interno bruto nacional; pero también puede ser un factor de afirmación de nuestra identidad y divulgación de nuestra cultura, siempre que no se piense en el modelo que impulsa cotos extranjerizantes con precios en dólares como algunos sitios de la Riviera Maya y Los Cabos y que “lo mexicano” no se trivialice a modo de convertirse en un sombrero de charro, un souvenir barato o una noche de excesos en Tijuana.
Varios ejemplos demuestran que el turismo también es –lo señaló recientemente Érick Castillo en una lúcida reflexión— una fuente de degradación ambiental, sobreexplotación de recursos naturales, generadora de dramáticos contrastes urbanos, cinturones de miseria y hacinamiento pernicioso como ocurrió con Ciudad Renacimiento en Acapulco y la zona habitacional de Can Cun.
En cualquier caso, nadie duda que con planeación adecuada, con políticas inteligentes de promoción y, sobre todo, con una actitud de verdadera hospitalidad y respeto para los visitantes –los extranjeros, pero especialmente los mexicanos, a los que suele maltratarse aún más dentro de su propio país, a pesar de que representan un enorme mercado— el turismo puede ser una alternativa viable para nuestras maltrechas finanzas; lamentablemente, por ahora y tal como están las cosas, cada vez lo es menos, y no sólo por el tema de la presunta desaparición de la Secretaría de Turismo, que es poca cosa comparada con los problemas estructurales y añejos que carga en sus hombros la industria turística mexicana.
Hace poco tiempo, el Foro Económico Mundial dio a conocer una clasificación –ranking, le dicen pomposamente— de competitividad mundial en turismo, que considera elementos críticos para la atracción de visitantes: políticas públicas, legislación y normatividad, seguridad, salud e higiene, prioridad concedida a la actividad turística, calidad de la infraestructura turística, carretera y aérea, capital humano, competitividad de los precios internos, recursos culturales y naturales e infraestructura de comunicaciones. Suiza, Austria, Alemania, Australia, España, Inglaterra, Estados Unidos, Suecia y Canadá ocupan los primeros sitios, en ese orden. Costa Rica, Brasil, Panamá y Chile aparecen –como prestadores de servicios turísticos— por encima de México, que está en el sitio número 55 de un total de 130 países medidos.
Sin embargo, esa calidad no se corresponde exactamente con el número de visitantes extranjeros. Los países que más reciben son: Francia (casi 80 millones de visitantes), España (55 millones), Estados Unidos, China, Italia, Inglaterra, Alemania, México (23 millones), Austria y Rusia. Curiosamente, los ingresos no son proporcionales al número de visitantes: EUA factura más que todos y Turquía, que no aparece en la lista de los diez más visitados, factura más que México. Nuestro país se ubicó por tercer año consecutivo en el sitio 14 por captación de divisas y desde hace 13 años no está dentro de los 10 países con mayores ganancias. Es una paradoja pero parece que no sirve de mucho ser un destino “barato”. Por si fuera poco, México fue el único país de los que integran el récord mundial de llegada de turistas que reportó una disminución el año pasado.
En el reporte anual de satisfacción de usuarios de servicios turísticos 2007, la tambaleante Secretaría de Turismo encuesta los niveles de complacencia de los visitantes nacionales e internacionales en 28 destinos relevantes; extrañamente excluyen del estudio a Ciudad de México; el mejor destino –por su calidad— sería Isla Mujeres y el peor San Luis Potosí. El Puerto de Veracruz aparece en el sitio número 20 y Coatzacoalcos en el 24. La calificación nacional sería de 7.7 en una escala de 10 cuando evalúan mexicanos y de 8.3 cuando los encuestados son extranjeros. Las principales molestias de los turistas tienen que ver con la calidad del transporte público, el estado de las carreteras, el costo de los peajes, la poca limpieza y la atención por parte de los prestadores de servicios.
El huracán Wilma, la influenza AH1N1 y sobre todo la imagen de guerra civil derivada de la violencia que transmitimos al exterior, han sido las causas que usan los expertos para explicar la caída en la actividad turística nacional; aún no hay cifras disponibles de su decremento en este año o si las hay se las reservan. Estamos a tiempo de revertir la tendencia, hacer correcciones y aprovechar el potencial turístico de México para compensar la pérdida de ingresos petroleros y fortalecer a un sector que emplea miles de jefes de familia. Parece que aún es tiempo.
antonionemi@gmail.com

El candidato del gobernador Fidel Herrera

Visión Política
Edgar Palma Gómez


Después del autodestape de Héctor Yunes Landa como precandidato a la gubernatura de Veracruz y del linchamiento de muchos priístas fieles, muchos aspirantes a la candidatura decidieron abstenerse de dar a conocer sus intenciones, y no por el hecho de adelantarse a los tiempos electorales, sino porque el gobernador Fidel Herrera Beltrán ya tiene un candidato, y su nombre es Javier Duarte de Ochoa.
El diputado Federal Javier Duarte de Ochoa es el hombre de toda la confianza de Herrera Beltrán, quien ha visto en su pupilo el candidato exacto para garantizar su presencia en el mapa político nacional, ya que muchos priístas en el país saben que la entidad veracruzana significará en el 2012 la entrada a la Presidencia de la República. Por este motivo, el Gobernador no quiere arriesgarse, muy a pesar de que su delfín no termina de crecer, porque no es una persona identificada con el pueblo veracruzano, de hecho aún mantiene las mismas actitudes soberbias que mantenía cuando era Secretario de Finanzas.
Los asesores externos especializados en materia electoral contratados por el Gobernador Herrera Beltrán, -y que fueron precisamente los creadores del concepto de Fidelidad por Veracruz, e implementar medidas de contención contra las estrategias panista-, ahora tienen dos nuevos objetivos, 1.-Impulsar el concepto de Fidelidad por México, como estrategia para impulsar la imagen de Herrera Beltrán a nivel nacional, y 2.-Posicionar la imagen del ex Secretario de Finanzas, Javier Duarte de Ochoa, por ello, su presencia en medios se ha incrementando a últimas fechas, pero los medios de comunicación son de promoción, pero no son garantía de conseguir el voto en las urnas.
Javier Duarte de Ochoa es el candidato oficial, y los asesores gubernamentales buscan promover su imagen como un líder preocupado por las verdaderas causas sociales, ha realizado diversos recorridos por diversos puntos de la entidad explicando las desventajas del paquete económico propuesto por Felipe Calderón Hinojosa, reuniones que más que foros de análisis se convierten en abiertas reuniones proselitistas, muy a pesar de que el joven político no es ni siquiera Presidente de ninguna Comisión en la Cámara de Diputados.
Toda la maquinaria gubernamental tiene una clara instrucción, impulsar a Javier Duarte de Ochoa, por lo que a estos foros acudieron, el ex legislador Adolfo Mota; el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Fernando González Arroyo; Gaudencio Hernández Burgos, secretario federal de la sección 32 del SNTE –ambos personajes que definirán su postura dependiendo de las instrucciones de Elba Esther Gordillo que sólo apoyará al candidato que sea garantía de triunfo, pero la maestra también tiene un fuerte compromiso con Calderón Hinojosa y el PAN, por lo que la supuesta fidelidad de dichos maestros sólo puede ser temporal-; Alfredo Marie, subsecretario de la Sedarpa; Gonzalo Morgado Huesca; Eduardo Andrade Sánchez, Secretario Adjunto a la Presidencia del PRI estatal, Alfredo Gándara, Coordinador de Comunicación Social del Gobierno del Estado, los diputados Francisco Herrera Jiménez, por Papantla; Salvador Manzur, Federico Márquez, Jesús Cienfuegos Meraz, Tomás Carrillo, Erick Lagos. Los alcaldes de Cazones, Jorge Arturo Santoni Herrera; Nayeli Del Valle Toca, Coatzintla; José Luis Rodríguez, Tihuatlán; Fernando Hernando Méndez, Tecolutla; Blanca Batalla, Álamo.
Sin embargo, el joven político no termina de crecer y aún no cuenta con la experiencia necesaria para llegar a la candidatura a la gubernatura, y el tiempo se lo esta comiendo, y la desesperación empieza a crecer en el equipo de trabajo de la fidelidad, además no han querido tomar en cuenta a los grupos de control político resentidos con la presente administración y que pueden cobrar facturas muy altas por el escaso o nulo apoyado recibido para sus organizaciones, sólo basta recordar lo sucedido con José Yunes Zorrilla cuando intento llegar al Senado y que perdió por el “fuego amigo”.
La historia es muy clara, en el pasado sexenio, los candidatos más fuertes para suceder al ex Gobernador Miguel Alemán Velasco eran precisamente sus hombres de confianza, Alejandro Montano, Roberto López Delfín –oscuro personaje de la pasada administración- y Tomás Ruíz –amigo personal de Alemán y que contaba con todo el apoyo del banquero Roberto Hernández-, sin embargo, ninguno de ellos gano, fue el candidato no querido, su nombre Fidel Herrera Beltrán, quien parece no entender que de seguir con la misma postura podría pasar la estafeta, pero a algún panista, y en el peor de los casos a su eterno rival, Miguel Ángel Yunes Linares.