lunes, 5 de septiembre de 2016

El día que nos quedamos sin Presidente

Luis Castro

Embajadores y ex embajadores de México se opusieron a la invitación.
La mayoría de los mexicanos consideró que fue una traición.
El equipo de campaña de la candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos se opuso y fue Hillary Clinton más dura en sus mensajes que todo el gobierno mexicano.
Los críticos de la administración de Enrique Peña Nieto y analistas políticos no entendieron el propósito o cuál sería el beneficio político para México.
Incluso, la Embajada de Estados Unidos en México expresó su molestia por una visita preparada con tanto poco tiempo de anticipación.
Pero al final el anuncio más sorpresivo del año se consumó: Donald Trump se reunió con el Presidente de México, por invitación de Enrique Peña Nieto.
Fue el momento más relevante de la relación México-Estados Unidos en la época reciente y determinará lo que suceda con los mexicanos dentro y fuera del país en los próximos 4 años.
Y hará que esta generación no olvide el momento en que el gobierno mexicano ayudó a su principal rival a ganar la Presidencia de Estados Unidos en 2016.
Alejandro González Iñárritu ya anunció que Enrique Peña Nieto no lo representa como su Presidente.
Y Enrique Krauze declaró que fue un error histórico; al referirse a Trump, dijo que uno no apacigua a los tiranos, se les confronta.
Pero en la historia esta no es la primera vez que un presidente mexicano contribuye con sus acciones a inclinar la balanza entre candidatos presidenciales de Estados Unidos. Hay que recordar cuando José López Portillo ayudó al republicano Ronald Reagan a derrotar a otro demócrata, el presidente Jimmy Carter.

CUANDO LOS PRESIDENTES MEXICANOS AYUDAN A GANAR ELECCIONES
El antecedente más inmediato en que un presidente mexicano influyó en un proceso electoral estadunidense es 1979, cuando una acción de José López Portillo ayudó a Ronald Reagan a ganar la Presidencia al año siguiente.
Esto ocurrió durante la crisis de rehenes de la Embajada de Estados Unidos en Irán.
En 1979 el Sha de Irán huyó de su país y José López Portillo le concedió una visa de seis meses para vivir exiliado en Cuernavaca, Morelos. Sus doctores recomendaron que viajara a Estados Unidos para tratarse del cáncer y el presidente Jimmy Carter accedió bajo protesta a que entrara a Estados Unidos esperando que el presidente José López Portillo recibiera al Sha de regreso, pero se negó.
La estancia del Sha en Estados Unidos provocó una crisis diplomática y que los iraníes invadieran la Embajada en Teherán, la peor crisis política de Carter, lo que motivó que perdiera la reelección frente a Ronald Reagan.
Los rehenes fueron liberados 20 minutos después de que Reagan rindiera su juramento como nuevo Presidente de Estados Unidos.
(La actuación de López Portillo fue confirmada en la entrevista que realizó la periodista Dolia Estévez al entonces embajador de EE.UU. en México, Patrick J. Lucey, como consta en el documento “U.S. Ambassadors to México” del Wilson Center).
https://www.wilsoncenter.org/sites/default/files/Estevez_Amb_to_Mex.pdf

TRUMP VINO, DIVIDIÓ Y ¿CÓMO NOS DEJÓ?
A los ojos de la población, el gobierno federal ayudó a los propósitos del candidato presidencial que más perjudicaría a México.
Y a 2 meses de las elecciones del 8 de noviembre en EE.UU, estas serán las consecuencias para México:
1. Se rompe el canal de comunicación con Hillary Clinton.
Al recibir de manera exprés a Trump, el gobierno federal relegó a Hillary Clinton y su equipo, la candidata que lleva ventaja en las encuestas. La falta de un mecanismo transparente que explique por qué Trump llegó primero a México complica la relación con Clinton para el futuro próximo.
En el Senado, Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la fracción del PRI, ya expresó que “sería terrible que Hillary no viniera a México”. Es posible que ella ya no acepte reunirse con Peña Nieto.
2. La fractura en el gabinete. 
La información disponible señala que fue el secretario de Hacienda Luis Videgaray quien contactó al equipo de campaña de Trump y así se impuso sobre la canciller Claudia Ruiz Massieu y el secretario de Gobernación Miguel A. Osorio Chong para promover el encuentro con Peña Nieto.
Estas decisiones dividieron al gabinete e intensifican la crisis al interior del gobierno del presidente Peña.  
3. El descontento del servicio diplomático mexicano
El ex Embajador de México en Estados Unidos, Miguel Basáñez Ebergenyi, originario de Tuxpan, Veracruz, reveló en una entrevista con el conductor Mario Campos de Foro TV, que el origen de la descortesía a Hillary Clinton es porque hay un grupo en el gobierno mexicano, al que pertenece Claudia Ruiz Massieu, que argumenta que la señora Clinton hace varios años habría mencionado una frase de que “sobre su cadáver regresaría el PRI” a la Presidencia; entonces, parecería que ese grupo quiere cobrársela. 
Sin embargo, consideró que era muy lamentable esta postura.
Arturo Sarukhan, otro ex Embajador ante EE.UU., también criticó a Peña Nieto porque el encuentro legitimizó la xenofobia y mandó el mensaje de que no hay costo político al atacar a los migrantes mexicanos.
4. Pierde el PRI, gana la oposición
En un discurso nacionalista, personajes de todos los partidos de oposición, incluyendo al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se beneficiaron al señalar una postura crítica hacia Trump. Esto no resuelve nada ni mejora la oferta política de los mexicanos, pero establece un desgaste para el partido en el poder. 

¿QUÉ DEBE HACER MÉXICO?
Basañez forma parte del Grupo Tepoztlán, integrado por académicos, intelectuales y ex funcionarios mexicanos, y esta organización se reunió para dialogar sobre lo que debe hacer México ante la amenaza que significa Trump.
El consenso fue que se debe convocar a la sociedad civil a un debate nacional para que no sea solamente la decisión de unos cuantos funcionarios, y que sirva tanto a los mexicanos en el país como a los mexicanos en los Estados Unidos para que los empodere. Para ello, dijo se requiere la opinión de los embajadores eminentes y eméritos. 
Sus conclusiones nos hablan a todos: “Hay que pensar reflexionadamente cuáles deben ser los próximos pasos. México está en uno de sus momentos más difíciles. No se puede actuar con ligereza”.