viernes, 31 de julio de 2009

UNIVERSITARIOS 4

* Las propuestas para Rector de la UV

Cosas Pequeñas
Juan Antonio Nemi Dib

Cinco de las personas que aparecen en la relación de aspirantes al rectorado de la Universidad Veracruzana que hizo pública su Junta de Gobierno son claramente visibles, están identificadas y han compartido algunas de las ideas que tienen respecto de cómo enfrentar los retos universitarios y de qué forma convertir a dicha casa de estudios en más funcional y más útil para los veracruzanos.
Como ofrecí, aquí las compendio, aunque anticipo que cualquier intento de síntesis –sobre todo cuando se trata de enormes documentos técnicos y que, como en este caso, reflejan emociones y expectativas— corre el grave riesgo de descontextualizar, de reducir las ideas hasta la simplicidad y esquematización. En caso de que esta síntesis no refleje precisamente las propuestas de quienes aspiran a ocupar la Rectoría de la UV, asumo la responsabilidad para con los lectores y con los propios aspirantes.
Arias Lovillo Raúl.- Es el actual Rector y lo proponen para un nuevo periodo. Es doctor en Economía Internacional y Desarrollo Económico. Fue Secretario Académico de la Universidad y es profesor titular de tiempo completo en la Facultad de Economía. Ha dirigido 33 tesis de licenciatura.
Propuestas: Profundizar la reingeniería universitaria, enfatizando el rediseño y ampliación de la oferta educativa para continuar el incremento de la matrícula, a través del uso intensivo de tecnologías; avanzar en la descentralización de investigación, posgrado, extensión universitaria, extensión de la cultura y las artes; garantizar mayor vinculación de las actividades de docencia e investigación; consolidación de la Universidad Intercultural. Es imperativa la renovación de cuadros: instaurar políticas que garanticen una carrera académica con estándares internacionales, y mejoras en las condiciones de trabajo para establecer proyecto académico de excelencia. Evaluación permanente de los programas educativos; fortalecimiento del Sistema Universitario de Gestión por Calidad; acrecentar el prestigio institucional en divulgación artística, producción editorial, difusión y fomento cultural. Atender, dar seguimiento y apoyar a los estudiantes universitarios, considerando sus necesidades desde que son aspirantes, a su ingreso, permanencia y egreso, con una identidad sólida, buscando el desarrollo de una vida universitaria integral, que considere la recreación, la salud y el deporte.
Báez Jorge Félix.- Tiene dos doctorados, por la UNAM y por la Universidad del País Vasco. Es el titular de la Editora del Estado. Ha trabajado 24 años en la UV, desempeñando en ella diversas tareas, incluyendo la Secretaria Académica. Trabajó en diversas dependencias y en el Servicio Diplomático. Autor de numerosas publicaciones.
Propuestas: Superar brecha entre la imagen exterior de la UV y su crítica realidad estructural interna; emprender junto con la comunidad medidas para enfrentar problemas que las administraciones de la autonomía no han atendido en toda su amplitud; resolver la inconsistencia y dispersión de la normatividad interna; hacer realidad la descentralización académica, administrativa y financiera de las regiones; reconocer y revalorar trayectoria de los académicos y desarrollo de personal; mejora de los procesos de aprendizaje; desarrollo armónico de programas académicos y regiones universitarias; simplificar procesos académicos y administrativos; apoyar a nuevos valores en el conocimiento, las artes y el deporte; mejorar y evaluar la función directiva, apoyar la formación de cuadros; replantear las relaciones con el sistema educativo nacional y favorecer necesidades e intereses de Veracruz, desarrollo autonómico de la universidad intercultural; vincular artes y conocimiento con academia e investigación; recuperar liderazgo de la UV a nivel nacional; redimensionar investigación científica y tecnológica; vinculación con los sistemas de educación tecnológica; articular a la UV con las reformas educativas nacionales.
Medina Sagahón Clara Celina.- Es cirujana dentista, maestra en Investigación Educativa y doctora en Ciencias de la Administración por la UNAM. Es Diputada al Congreso del Estado por el PRI. Fue Directora de la Facultad de Odontología y Vice Rectora en Poza Rica. Tuvo numerosos cargos académicos, relacionados con la docencia y con su especialidad.
Propuestas: Fortalecimiento de la competitividad e innovación académicas; desarrollar competencias pedagógicas que fortalezcan el modelo educativo integral flexible; innovación en la formación de estudiantes; elevar doctorados en profesores de tiempo completo; consolidar cuerpos académicos; seguimiento a egresados para medir su impacto y relevancia social; creación de centros de investigación científica y tecnológica; creación de un centro de vinculación estratégica con la economía social; desarrollo tecnológico para la optimización de los recursos universitarios; modelo administrativo basado en normas, orientado a la planeación, la calidad y la eficiencia; actualizar el marco normativo con la participación de la comunidad universitaria.
Monfort Guillén Francisco.- Es doctor en Sociología por la Universidad de París VII y maestro de la especialidad por la UNAM. Fue Secretario Ejecutivo del Instituto Electoral del Estado. Posee Experiencia profesional en la administración pública y en la empresa privada. Conferencista, docente e investigador universitario con publicaciones, entre ellas, unos mil artículos.
Propuestas: Metamorfosis de la UV: hacer surgir lo nuevo conservando el núcleo original; diálogo sobre la auto transformación de la UV; nuevo liderazgo que recupere espíritu libertario fundado en el aprendizaje; generalizada y alta calidad en la producción de conocimientos; lograr elevada tasa de empleo de egresados; dar a la UV “Clase Mundial” con universitarios competitivos, maestros y alumnos con cualidades sobresalientes; autonomía basada en la competitividad y retroalimentación de ambas; afianzar a la UV como moderna y promotora de la modernidad; magisterio complejo creador de estudiantes competitivos, razonables y humanos; ampliar la rendición de cuentas a cada rincón de la UV, incluyendo salones; política de creación de laboratorios: demoscópico, de filosofía y vida humana, de estética y artes, de agua y bosques, de nuevas formas de vida, innovación y diseño de productos, de ejercicio del derecho y comunicación multimedia; hospital escuela; Cátedras magistrales.
Arias Hernández Rafael.- Servidor público con larga trayectoria en la administración, la política y la Universidad en Veracruz. Titular del COPLADE. Expresa su convicción de que debe esperar, por procedimiento y por principio, a que la Junta de Gobierno determine quiénes alcanzan el estatuto de candidatos al rectorado, para presentar sus propuestas de trabajo.

antonionemi@gmail.com

miércoles, 29 de julio de 2009

María Luisa Ocampo Heredia

Hacedoras de la Historia
Erika Cervantes *



La lucha por los derechos Ciudadanos de las mexicanas han sido la tarea de muchas mujeres que han contribuido con su trabajo para sean una realidad. Tal es el caso de María Luisa Ocampo.
María Luisa Ocampo Heredia pertenece a la generación de mujeres que pugnó porque el derecho a ser ciudadanas de las mujeres mexicanas fuera reconocido, agrupada en la Comisión Técnica Femenina y como alta funcionaria del Frente Zapatista de la República hace una valiente defensa para que las mujeres obtuvieran el voto.
A María Luisa se le deben las hoy llamadas bibliotecas populares para que la población en su conjunto pueda tener acceso a la lectura a pesar que aun hoy es un privilegio.
María Luisa nace en Chilpancingo, Guerrero. Estudia comercio y llega hasta la Facultad de Filosofía y Letras de donde egresa a los 22 años. Trabajó como funcionaria en la recién formada Contraloría General de la Nación, la Secretaría de Agricultura para más tarde ingresar a la Secretaría de Educación donde llega a ocupar la jefatura del Departamento de Bibliotecas y posteriormente la Dirección de la Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archivistas.
Su actividad como funcionaria llevan a María Luisa Ocampo a dirigir las revistas internas en la SEP El Volante del Libro y El Pueblo, actividad que le permitirá desarrollar su faceta como periodista en La República órgano interno de difusión del Partido Revolucionario Institucional en donde era responsable de la columna “Mujeres de México”, y para el hoy desaparecido diario El Nacional, en la columna “Panorama de América”.
María Luisa Ocampo Heredia fue también una prolífica escritora y dramaturga. Su obra La casa en Ruinas se estrena en 1936 en El Palacio de Bellas Artes. Además de fundar El Grupo de los Siete, asociación de autores nacionales para el fomento del teatro mexicano con el premio mayor de la lotería que en 1925 se ganó.
A María Luisa Ocampo se debe una de las primeras traducciones al español que se hicieran en México de los Hermanos Karamazov de Dostoievsky.
María Luisa Ocampo Heredia muere le 15 de agosto de 1974 en la Ciudad de México, heredándonos, el derecho a la cultura, el conocimiento y la ciudadanía.
* Fotógrafa y feminista mexicana, coordinadora de Redes de CIMAC

viernes, 10 de julio de 2009

UNIVERSITARIOS 3 (Debilidades)

Cosas Pequeñas
Juan Antonio Nemi Dib

La universidad pública no debiera ser un coto hermético y reservado a sus integrantes ni un gremio estanco con privilegios para sus socios y, menos todavía, un ente autárquico sin obligaciones para con la sociedad que, al menos en teoría, la mandata. El origen fiscal de los fondos que sostienen a la universidad pública pero sobre todo las capitales funciones que le corresponde desempeñar en beneficio de la sociedad a la que se debe, convierten a cualquier institución pública de educación superior en asunto de interés público.
En Veracruz, la Constitución es muy clara: “La Universidad Veracruzana es una institución autónoma de educación superior... tendrá la facultad de autogobernarse, expedir su reglamentación, y nombrar a sus autoridades; realizará sus fines de conservar, crear y transmitir la cultura y la ciencia, a través de las funciones de docencia, investigación, difusión y extensión, respetando las libertades de cátedra, de investigación, de libre examen y discusión de las ideas; determinará sus planes y programas; fijará los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrará libremente su patrimonio…”.
En ninguna parte dice que esas facultades la eximan de rendir cuentas, de actuar con rigurosa transparencia, de cumplir metas precisas, de usar con acierto y eficacia los fondos, de medir objetivamente sus resultados a partir de las necesidades sociales que debe satisfacer, así como propiciar su propio crecimiento y desarrollo, orientado siempre a la comunidad y no únicamente a sus alumnos y empleados. Tampoco sugiere que pueda o deba ir a su aire, sin tomar en cuenta los requerimientos educativos generales del Estado y/o apartándose de plano de las políticas oficiales en la materia.
Más claro: lo que la sociedad necesita de su Universidad no siempre coincide con las expectativas y demandas de los estudiantes ni con las de los trabajadores o directivos universitarios. Lamentablemente, no son pocas las veces en que una interpretación ramplona y simplista del concepto de autonomía universitaria convierte en “intromisión” y “agresión” las opiniones y cuestionamientos que se hacen desde fuera de la Universidad. Es una actitud perniciosa por antidemocrática y porque permite autocomplacencia y abusos. Siguiendo la teoría burocrática weberiana, esa cerrazón defensora de una autonomía a ultranza presupone que la Universidad sólo tiene que ver para dentro de sí misma y permite que se privilegien intereses individuales de algunos miembros de la comunidad universitaria, por encima y a veces en contra del interés general.
Una cosa es la inmoral e injustificada intromisión desde el poder o desde los grupos de interés en la vida universitaria en aras de objetivos pervertidos o disputas parcelarias y otra muy diferente es el derecho legítimo de cualquier ciudadano a indagar y cuestionar a la universidad pública y a los universitarios que, por cierto, desde el rector hasta el jardinero eventual, pasando por investigadores, maestros y administrativos, son servidores públicos y como tales debieran tratarse, evaluados y considerados sin matices, como sujetos de responsabilidades administrativas.
A propósito, el tema laboral es probablemente el más sensible para las autoridades, pero uno de los grandísimos pendientes en la agenda universitaria, que no por su complicación debiera eludirse. De acuerdo con el documentado y lúcido estudio que Octavio Ochoa Contreras ha hecho público recientemente, la UV tiene un 43% por ciento de empleados que no realizan tareas académicas, lo que casi duplica los estándares recomendados a nivel nacional. Si esto es cierto, la UV paga el doble del personal de apoyo del conveniente. ¿Son necesarios tantos empleados?, ¿y si parte de esos recursos se aplicara a docencia e investigación?, ¿el personal es productivo, es honorable y está comprometido con la Universidad?, ¿prevalece aún la cultura de “yo no barro aquella acera porque nomás me toca la de este lado y me regaña el Sindicato”?, ¿los empleados universitarios realizan buenas prácticas y hacen su trabajo con esmero, sin limitarse al mínimo indispensable?, ¿cuántos eventuales hay?
Por muy “conquista laboral” que sea, el servicio médico que reciben los trabajadores de la UV excede la lógica y la equidad. Con lo que se ha gastado en este rubro, ya se hubieran construido y equipado hospitales y clínicas universitarias de calidad, destinados también a la enseñanza de ciencias médicas y hasta a generar ingresos al patrimonio universitario. ¿Por qué se cancela esta prestación a los jubilados?, ¿qué garantía hay de que no se cometan fraudes y abusos con este laxo mecanismo de pago de servicios médicos? En el peor escenario, ¿por qué no compran una póliza colectiva de seguro y ahorran cientos de millones?
En otro tema aún de mayor trascendencia, un universitario que quiere a su Institución me escribió: “Sería bueno comparar a la UV no sólo con los ‘rankings’ que muchas veces no dicen nada, sino evaluar si la Universidad en verdad responde a las necesidades que le plantea la sociedad. ¿Cómo está la UV en relación con las tendencias nacionales o internacionales respecto a la educación superior?, ¿qué tipo de profesionistas está egresando?, la formación que imparte, ¿es adecuada para los escenarios actuales?, la investigación y quienes la hacen, ¿realmente están dando frutos o sólo están simulando?” Es una observación pertinente: ¿cómo le va a los egresados de la UV?, ¿se compensa su esfuerzo personal y el costo de su educación superior con su desempeño en el mercado laboral?, ¿pueden los egresados de la UV reintegrar a la sociedad y a sus familias aunque sea en parte los esfuerzos desplegados para su formación?, ¿el perfil y la calidad de los egresados de la UV, son lo que nuestro país y Veracruz necesitan?, ¿son prestigiados los egresados de la UV, tienen opciones de trabajo acordes con su entrenamiento?, ¿reciben educación integral que les prepare para la vida y para servir?, ¿vale la pena este gran esfuerzo?
Luego está el asunto de la interacción entre la Universidad y la comunidad: ¿de qué manera se abre la UV para divulgar y extender el conocimiento como patrimonio social a todos los veracruzanos?, ¿de qué forma la UV aplica sus recursos a mejorar la calidad de vida de la gente? En lo académico, ¿qué nivel de éxito real tiene el Modelo Educativo Integral y Flexible, en qué ha fallado?, ¿cuál es la calificación de la UV en lo relativo a profesores con perfil ideal? Otro tema crítico es la inequidad con la que la Federación trata a los veracruzanos, que cargamos con el mayor costo universitario de México, el 54% del presupuesto de la UV, contra otras universidades a las que la Federación subsidia con el 100%. ¿Por qué hay déficit financiero en la UV?
La lista de pendientes y preguntas no se agota en estas líneas. Evidentemente, quien resulte escogido por la Junta de Gobierno como próximo Rector de la UV, tendrá enormes retos por delante. Ya veremos qué propone para enfrentarlos cada uno de quienes aspiran a serlo.
antonionemi@gmail.com

Universitarios 2 (Fortalezas)

Cosas Pequeñas
Juan Antonio Nemi Dib

Aparentemente la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana habría extralimitado sus funciones al modificar el calendario procesal para la renovación del rectorado o, al menos, se estaría excediendo en sus atribuciones al hacer una interpretación sui géneris de la normatividad universitaria. Esto opinan 2 abogados que conocen la entraña de la UV, incluyendo sus reglamentos, y que por separado me expresaron su punto de vista. Alguno de ellos se pregunta, además, si fue correcto y legítimo que publicitaran los nombres de las personas inscritas para ser consideradas como candidatos a rector, ya que dicha publicidad no está prevista en la Ley y ni siquiera en la Convocatoria expedida por la propia Junta.
De cualquier manera, si los nueve integrantes de este colegiado actúan con auténtico espíritu de servicio, con imparcialidad y de manera honorable, tomando su decisión en función de los mejores intereses de la propia Universidad, de toda la comunidad universitaria y, principalmente, del interés público –es decir, de los contribuyentes que financiamos con nuestros impuestos a dicho centro de educación superior—, estas presuntas fallas procesales serán irrelevantes.
En caso contrario, es previsible que el clima hostil que viene caracterizado a este proceso sucesorio se encone aún más. Y eso sería muy lamentable, pernicioso para todos y principalmente para la UV. El prestigio es uno de los grandes atributos de cualquier corporación educativa y se constituye con los logros académicos, pero también con las buenas prácticas institucionales, con la conducta de profesores, alumnos, investigadores, autoridades y personal de apoyo. Cuesta mucho trabajo construirlo y se pierde en un instante.
Independientemente de sus causas, los escándalos escolares, aquí y en China, no son buena materia prima para el mérito académico y cuando ocurren, son resultado de la negación de los principios de universalidad, la ausencia de debate informado y la escasez de valores de inclusión, respeto y tolerancia por lo diverso, que son esencia de cualquier buena universidad. En el otro extremo está el hecho cierto de que ni la defensa de la autonomía ni cuidado del prestigio deben pretextarse para no discutir críticamente temas sustantivos o dar pie a la autocomplacencia. Universidad debe ser sinónimo de análisis, reflexión documentada y, de acuerdo con la lógica del método científico, criterios comprobables de verdad.
Si el clima ácido continuara –ojalá que no— asumo que tampoco sería justo atribuir toda la responsabilidad a la Junta de Gobierno, a la que podrá calificarse por una buena o mala selección del próximo rector de la UV, pero no por el comportamiento de quienes aspiran a serlo ni de sus apoyadores. También es cierto que la gran trascendencia de la decisión y el interés que concita el nuevo rectorado no cancelarán las discusiones de los universitarios sobre su presente y su futuro, más allá de la coyuntura sucesoria.
La Junta de Gobierno en primer lugar, pero en realidad todos universitarios –incluyendo por supuesto a los aspirantes a ocupar la Rectoría— están más que obligados a proteger a la Universidad. Un buen punto para empezar es reconocer sus fortalezas, que no son pocas. Por ejemplo, el que un año escolar en la UV cueste aproximadamente la mitad que en la UNAM, o que la UV ofrezca en este momento 26 programas educativos más que la propia Universidad Nacional Autónoma de México.
Ante la presión demográfica, la UV ha hecho esfuerzos para atender la demanda; es la universidad pública cuya matrícula más ha crecido, pasando de 13,428 lugares en 2003 a 16,321 en 2009, un incremento del 21%. La UV admite cada año al 40% de los 36 mil jóvenes que solicitan su ingreso; la UNAM recibe al 9%. 209 catedráticos de la UV forman parte del Sistema Nacional de Investigadores; el 28% de los maestros de tiempo completo tienen doctorado.
Por 7 años consecutivos, la SEDESOL ha otorgado a la UV el Premio a la Excelencia del Servicio Social Comunitario. Según Josefina Vázquez Mota, la UV ofrece el mejor proyecto de universidad intercultural del País. Programas de vanguardia como la licenciatura en metalurgia y materiales son resultado de una exitosa vinculación de la UV con el sector productivo del Estado. La política editorial y la difusión cultural confirman y acrecientan la rica tradición que prestigia a la Universidad Veracruzana.
La UV investiga y genera nuevos conocimientos en biodiversidad del trópico y usos racionales de éste, en conservación y producción de especies vegetales de interés, en preservación de ecosistemas y biodiversidad, en uso racional de sistemas marítimos y pesquerías, en tecnología e ingeniería de alimentos, en modelación matemática y estadística, en nanotecnología y neuroetología; tiene convenios de colaboración científica con EUA, Japón, Alemania, Brasil, España, Francia, Italia, Cuba y China. La licenciatura en Ciencias Atmosféricas –única en su tipo en el País— coordinó el “Programa Veracruzano ante el Cambio Climático”, financiado inicialmente con recursos ingleses.
A pesar de que existen universidades más grandes, la UV es la quinta del país en el número de egresados y la segunda en el número de titulados. Más y mejor infraestructura universitaria es una evidencia inobjetable (la USBI de Ixtaczoquitlán, la de Córdoba, la Facultad de Pedagogía y el Instituto de Investigaciones en Educación). La lista de avances y fortalezas es consistente y reconocible, pero también hay debilidades y problemas cuya envergadura no es menor. Abordaré algunos en la próxima entrega porque, a fin de cuentas, la designación del nuevo Rector será adjetiva y complementaria frente a la necesidad de resolver los grandes retos de la Universidad Veracruzana.
La Botica.- Terminadas las campañas testimoniales, la verdadera batalla electoral empieza ahora, en la semana previa a la elección. Se decía que “las elecciones se ganan en las urnas” pero todo indica que este axioma será sustituido por otro: “las elecciones se ganarán en los tribunales”. Ante la penuria democrática, sus señorías acabarán “interpretando el mandato ciudadano” que expresen los miles de votos que van a impugnarse en todo el País. antonionemi@gmail.com

lunes, 22 de junio de 2009

UNIVERSITARIOS 1

Cosas Pequeñas
Juan Antonio Nemi Dib


La bronca era previsible. El próximo 27 de julio, apenas dentro de 36 días, la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana hará público si ratifica a su actual Rector y lo mandata para un nuevo periodo de gestión de 4 años o elige a otra persona para sustituirlo. El tamaño de la universidad –una de las más grandes del País—, su alumnado –más de 70 mil estudiantes, en todos los niveles y modalidades—, su presupuesto –equivalente al de seis o siete grandes ayuntamientos juntos—, su plantilla profesional –casi 6 mil docentes, de los que unos 800 pueden presumir en el currículum de un doctorado o su equivalente—, su presencia regional en el Estado –5 campus en 26 municipios, con 74 facultades, 22 institutos y 8 centros de investigación— y el prestigio académico que acompaña la trayectoria de algunos predecesores –Gonzalo Aguirre Beltrán, Fernando Salmerón, Rafael Velasco, por ejemplo—son, entre otros, los factores que explican el interés que despierta esta cuasi vacante laboral.
“La convocatoria para elegir o reelegir al rector de la Universidad Veracruzana no es un proceso político, razón por la que cualquier académico que reúna los requisitos puede aspirar” dijo el Rector, Raúl Arias Lovillo. Arias dejó en claro que “le gustaría continuar con el proyecto académico que inició hace cuatro años, siempre y cuando la comunidad estudiantil, académica y de investigadores así lo avale”. Agregó que este proceso-convocatoria, no es de ‘auto propuestas’, sino que un grupo de nueve académicos de la Junta de Gobierno revisará las proposiciones de la comunidad universitaria. "Y si ese grupo tiene a bien proponerme –dijo— pues es obvio que yo estoy preparado para darle continuidad al proyecto académico que venimos desarrollando hace muchos años".
“La figura del actual Rector de la Universidad Veracruzana tiene características positivas que permiten llegar fácilmente a la conclusión de que debe tener una nueva oportunidad de cuatro años para dirigir el destino de la UV; tiene una visión muy clara de lo que debe hacerse en la Universidad, y eso es suficiente para justificar su continuidad en la Rectoría”, dijo el Defensor de los Derechos de los Universitarios de la casa de estudios, Emilio Gidi Villarreal. Este respaldo no es poca cosa, tomando en cuenta que, además de prestigiado jurisperito con impecable historia profesional y muchas simpatías en el medio, el doctor Emilio Gidi fue el artífice y gestor de la autonomía universitaria.
Antes de que apareciera la Convocatoria de la Junta de Gobierno, el dirigente de los trabajadores académicos se pronunció a favor de la reelección de Arias Lovillo. El Secretario General de la FESAPAUV, Enrique Levet, dijo que el actual Rector “ha realizado un excelente trabajo, por lo que le deben permitirle reelegirse por un periodo de cuatro años a partir del mes de agosto”. Aseguró que “está haciendo un excelente papel, a tal grado que ha logrado resolver problemas que tenía la UV en el aspecto cualitativo. Pero sobre todo se ha avanzado en la consolidación del modelo educativo integral y flexible, que era uno de sus retos al asumir la Rectoría.”
Francisco Monfort Guillén piensa diferente. Formado en instituciones europeas de excelencia, autor de numerosas publicaciones reconocidas, agudo analista que recientemente concluyó su gestión como Secretario Ejecutivo del Instituto Electoral Veracruzano, dijo que “se tiene que pensar en una nueva concepción de lo que es la gerencia de la Universidad y lo que es un liderazgo que vea el futuro y que no quiera simplemente administrar el continuismo.” “Hasta ahora –afirmó— pareciera que el éxito o fracaso de la Universidad dependen de una sola persona, y yo estoy en contra de ese tipo de liderazgo porque quienes deben recibir el éxito de estos logros son los maestros y estudiantes. En ninguna universidad importante del mundo el rector es la figura central, sino los maestros, porque las universidades siempre tratan de allegarse a los maestros más capaces, con mayor prestigio y cualidades, aseguró. Mencionó que la permanencia de una persona por tantos años en el puesto es nociva para cualquier institución. “Si en todos los años que ha sido la segunda y primera autoridad no ha logrado una transformación seria de la institución, darle más años de poder es insano.”
Rafael Arias Hernández, ex Secretario Académico de la Universidad, ex Director General del Instituto Veracruzano de Cultura y responsable del Comité de Planeación (COPLADE) dice que la “Universidad Veracruzana está secuestrada en manos de sus autoridades, con excelentes sueldos y pocas obligaciones; las instituciones públicas no pueden estar secuestradas por pequeños grupos que les va muy bien". Hace un par de semanas le hicieron la entrevista que estoy citando y le preguntaron si buscará de nueva cuenta el rectorado, dijo que aún no había tomado una decisión pero que “haría un mejor trabajo que Arias Lovillo”.
En MILENIO se lee: “La diputada priísta Clara Celina Medina Sagahón comunicó que luego de que un grupo de estudiantes y académicos le ofrecieran proponerla como contendiente para la Rectoría de la UV, estaría dispuesta hasta a dejar la curul para llevar el proceso renovador a la casa de estudios. Esto en un segundo intento, ya que contendió contra Raúl Arias Lovillo hace cuatro años, junto con Rafael Arias Hernández, por lo que dijo que aceptó de inmediato. Dijo que su vida siempre se ha desarrollado desde la academia, por lo que como maestra de tiempo completo e investigadora de la UV y ex Vice Rectora, luego analizar la situación consideró que sería lo correcto contender.” De inmediato recibió el apoyo incondicional de su colega diputado Sergio Vaca Betancourt, de Convergencia: “ojalá que se le dé la oportunidad”.
El debate apenas empieza pero ya llegó al Congreso Local. El panista Jesús Remes Ojeda Remes Ojeda “acudió a la tribuna para realizar un pronunciamiento respecto del proceso de designación de Rector en la máxima casa de estudios… Denostó al destacado historiador Félix Báez Jorge cuando dijo: ‘Solía dormir o no estar presente cuando ocupó un puesto público federal’. Aprovechó su intervención para promover a la diputada local Clara Celina Medina rumbo a la Rectoría…, pero calificó el actual proceso de ‘Gorilismo, capaz de imponerse en una transición que no trae democracia’. También insultó la figura del historiador Enrique Florescano, a quien se refirió como ‘un maestro emérito y magnánimo’”. No fue muy lejos por la respuesta: la diputada Margarita Guillaumín, del PRD y otro del PRI le respondieron exigiéndole respeto a la autonomía universitaria. Alberto Olvera, destacado investigador de la UV, ha exigido al diputado Remes que se retracte y al PAN que fije su posición respecto de lo que considera un exabrupto que ofendió a los universitarios, al hablar de “gorilismo y prostitución”. Esto apenas empieza.
Al margen de las personas, los elogios y las diatribas, la Universidad tiene fortalezas y retos. Hablaremos de ellos la próxima semana.

viernes, 19 de junio de 2009

La margarita electoral

TIERRA DE BABEL
Jorge Arturo Rodríguez

¿Votar o no votar? ¿Votar en blanco, rojo, azul, amarillo o de tutifruti? O mejor hacernos de la vista gorda –¿podremos en un país con alto índice de obesidad?-, para que continúen y de una buena, digo, mala vez terminen de desinflarnos la vida, secándonos los bolsillos y pasemos otros muchísimos más a la lista de pobres y jodidos muertos de hambre. Pos de tanto bombardeo mediático, la verdad es que ya no sé ni pa’ dónde mirar, ni pa’ dónde ir y ni siquiera si quedarme quieto. ¡Ah qué pinche país! Y quien quiera por lo menos esclarecer tantito su mente al menos tan sólo para el próximo 5 de julio, no más acérquese a cualquier medio y ahí le dirán de qué lado masca la iguana; claro, todos dando sus razones, llevando agua pa’ su molino, y unos que otros en realidad con el afán único de reflexión. En mi caso, he leído una docena de notas, columnas y artículos que sólo con los títulos que a continuación transcribo quizás les sirva de algo a mis lectores fans: “Mi voto en blanco”, “Anular el voto”, “¿Para qué sirve el voto nulo?”, “Votar no/no votar”, “¿Votar? Yo, sí” y un considerable etcétera. Vaya, hasta desplegados, como aquel del Grupo Anulo mi Voto de Guadalajara, Jalisco: “Para políticos nulos no queda más que votos nulos”. El mismísimo Alejandro Martí y diversas organizaciones ciudadanas –razones les sobran- convocan al “Mi voto por tu compromiso”.
Ante el tsunami de atrocidades que vivimos, es necesario que gritemos, sólo que hay que tener cuidado. Porque, mientras, un grupúsculo de buitres nos están comiendo el mandado; digo, nos están desgraciando al país y poquito falta para que lo anulen, lo desaparezcan del mapa y tan sólo seamos… ¿qué seríamos? Poco menos que nada. ¿México desaparecido?
Por eso me uno a los que algunos -¿ya muchos?- piensan que es preciso y urgente la movilización ciudadana permanente, aparte del voto que queramos dar, pos eso es pedo de cada quien, porque como lo dijo Germán Dehesa, “cuando de votar se trataba, todo mundo (incluido yo) nos decía que la boleta era la gran herramienta de la democracia. Quizás lo sea, pero en este universo donde todas las opciones están degradadas y conducen a la frustración, la democracia tiene que ser anterior y deberá implicar el trabajo diario de los ciudadanos. Así pues, lectora lector querido, les diré lo que nos han dicho siempre: ya mero llegamos, pero todavía no; todavía falta un poquito. Necesitamos que en el horizonte se pierdan el arrabiado PRD, el sutil PAN y el intolerable PRI”.
¿Tons qué, mami? ¿Por quién votar? ¿O mejor anular? ¿Dejar caer las lágrimas de una margarita electoral que al deshojarla sólo nos diga realmente más pan con lo mismo, lo que todo México padece –que no vive- día a día desde hace mucho tiempo”. Porque como señaló Julio Hernández López, “el futuro de la vida pública nacional no pasará por las urnas (no ha pasado) ni los resultados electorales lo determinarán (no lo han determinado), sino por la capacidad de movilización y respuesta de la sociedad ante los abusos criminales de la clase política que ha secuestrado el ánimo cívico y la posibilidad de participación restauradora. Pero esa clase política y esas instituciones continuarán haciendo lo mismo que hasta ahora mientras los ciudadanos continúen sólo en la queja y la condolencia, criticando sin organización y cayendo en las trampas circunstanciales del color de su voto o de la anulación de una opción que en lo esencial está sabidamente anulada. Luchar a fondo, más allá de las urnas y contra la podredumbre política, es el único color posible en esta hora aciaga, hágase lo que se haga, en lo inmediato, con una papeleta devaluada y unos comicios desfondados”. Tan tan.
De cinismo y anexas
* El próximo 5 de julio chance invite a unas lindas mujeres de buen ver –aquí el color no importa-, y espero convencerlas para que en una obra de caridad desfilen sonrientes y chenchualonas por las calles de Xalapa para levantar los ánimos del electorado en el momento de su voto de cualquier color. Ah, espero también convencer a chicos de buen ver y, desde luego, a homosexuales, travestís, transexuales y demás; digo, pa’ ser democráticamente parejos. Y todos felices, por lo menos un día.
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

miércoles, 17 de junio de 2009

PALABRAS

Cosas Pequeñas
Juan Antonio Nemi Dib

“He oído todas las cosas en el
cielo y en la tierra. Y he oído muchas cosas
en el infierno.”
Édgar Allan Poe

Hay un ensayo maravilloso de Álex Grijelmo –“La seducción de las palabras”, se llama— que más pronto que tarde será reconocido como un clásico del análisis lingüístico. “El más inteligente de los monos es incapaz de hablar, pero el más estúpido de los humanos podrá hacerlo aunque se analfabeto, porque el habla forma parte de una esencia innata, y la adquisición del lenguaje, el primer aprendizaje, no tiene relación directa con la inteligencia”, afirma en el primer capítulo.
A él quería referir estas líneas, a su convicción, basada en los análisis de Noam Chomsky, de que “la capacidad del habla se debe a la dotación genética del ser humano y, como explican los psicolingüístas, en lo esencial está impresa en el genotipo de nuestra especie”. Según mis planes, utilizaría su tesis de que “…las palabras que oímos desde niños, que escuchamos a nuestros abuelos, que leemos y acariciamos, son cerezas anudadas siempre a otras, y aunque las separemos con un leve tirón de nuestros dedos, mantendrán el sabor de sus vecinas, nos enriquecerán la boca con la savia que han compartido y se han disputado” para celebrar la herencia genial que significa nuestro idioma.
Preví que me solazaría escribiendo sobre las palabras como vínculo, como factor clave de integración en la sociedad y como herramienta eficaz para el encuentro, el acuerdo, la conciliación y, en términos muy prácticos, para la buena convivencia –de padres e hijos, de hermanos, de enamorados y amantes, de colegas, de vecinos, de gobernantes y gobernados—, en suma, sobre la palabra como poderosa arma de bien, constructiva y útil para todos.
Dudé sobre abundar en las palabras fáciles, las falsas, las destructivas, las usadas con ligereza e irresponsabilidad, las que justifican y excusan en lugar de proponer y acercar, las que acusan sin sustento, las inciertas, las sinsentido, las que distorsionan, alejan, agravian, enconan y destruyen, las que se dicen, se dictan o escriben rápido y de corrido sin medir consecuencias, las que incluyen promesas sabiendo que no serán cumplidas, las que no podrían estar anudadas –como las cerezas Álex— con honor, honra, decencia, respeto, sinceridad, bondad, servicio, gratitud, afecto, equidad, justicia, lealtad, cooperación, mesura, diálogo, certeza, convicción, acuerdo, autocrítica, compasión…
No estaba convencido de profundizar en este último aspecto precisamente porque mi idea, surgida leyendo a Grijelmo, era el elogio de las “buenas palabras”, una oda del lenguaje en el sentido más humano de la palabra, el lenguaje confiable, lleno de contenido, el lenguaje que suma, el que nos acerca y que nos hace representantes de una especie presuntamente “superior” al resto, que nos permite compartir las emociones y los propósitos más íntimos, es decir, el lenguaje que propicia sueños colectivos que pueden convertirse en realidades, que anticipa mejores sociedades, más justas, más armónicas, con menos sufrimiento y con optimismo fundado, es decir, comunidades bien organizadas de mujeres y hombres justos, con esperanza y gusto por la vida.
En esas divagaciones –propias de cada fin de semana en que pergeño mis letanías— me encontraba cuando recibí el artículo de Pepe Ferrer. Su entrega se llama “Estado Subrogado” en clara alusión a la tragedia en la guardería de Hermosillo. Comienza así: “No son pocas las áreas en las que, por ineptitud, negligencia o corrupción, el Estado mexicano ha abdicado de su responsabilidad. Son porciones en educación, salud, trabajo, economía, seguridad e, incluso, tramos enteros de la administración pública convertidas en tierra de nadie. Mejor dicho, transformados en cotos de poder, cedido o arrebatado al Estado, en disputa o bajo el dominio y la ley del más fuerte. A la larga, sin excepción, son fuente de riesgo y acecho crónico para el Estado en su conjunto y de abandono, precariedad y permanente indefensión ciudadana.”
Su tesis parece irrebatible. “Estado”, como ente jurídico, también se refiere a los 3 niveles de gobierno y a los 3 poderes en su acepción republicana en interrelación con las personas, la hegeliana sociedad civil. Visto bajo esa perspectiva y desde cualquier ángulo que se le analice, México está en serios problemas en casi todos los ámbitos de la vida nacional.
La vida de las naciones es el resultado de grandes esfuerzos. Ningún país —presente o pasado— podría presumir, en mayor o menor medida, de una historia sin penurias, sin dolores, sin dificultades, sin llanto y sin problemas. Es cierto que unos la tienen más fácil que otros gracias a su ubicación geográfica, a sus recursos naturales, a los esfuerzos de su gente, a la creatividad y constancia, al sentido de innovación y a la habilidad para aprovechar oportunidades. Es cierto que, si de trata de medir niveles de desarrollo, unas naciones han sido más exitosas que otras en la construcción de oportunidades, en la protección de los derechos sociales y, por supuesto, en la consolidación de sistemas institucionales que funcionan y leyes que se respetan y se cumplen.
Pero también es cierto que esos éxitos se vinculan directamente a la voluntad de las personas, al deseo expreso de vivir en comunidad y hacerlo de la mejor manera posible: gozando de libertad, de respeto y de los medios necesarios para crear y crecer –como individuos y colectivamente—. Esto implica renuncias y compromisos: limitar excesos en el disfrute de los derechos para evitar que se conviertan en privilegios, cumplir íntegramente las obligaciones incluyendo impuestos, trabajo comunitario, etc. Sin la acción de la gente, las instituciones no pasan de ser engendros teóricos inútiles y las palabras, recipientes vacíos. En este escenario, queda claro que harán falta muchas buenas palabras para cambiar el rumbo y darle viabilidad a México. Aunque es obvio que, en medio de la tormenta, por sí mismas y sin hechos que las acompañen, las palabras sirven poco o nada. Parece que llegó el momento de hablar bien y actuar mejor.

antonionemi@gmail.com

martes, 9 de junio de 2009

De piratas, puercos, peste y elecciones

Tierra de Babel
Jorge Arturo Rodríguez

Razón tiene el monero Nicanor cuando uno de sus personajes lee el titular de un periódico y expresa que en México se pagan los más bajos salarios; a lo que otro le comenta: “¡Pero no dicen que también están los más altos salarios en gobernadores, funcionarios, diputados, senadores, los del IFE, etc., etc.!” Y la viejecita del puesto que vende los diarios afirma: “¡Y dejen de sus sueldazos… lo que ganan aparte con sus movidas!” Chin, pero la democracia va, esta democracia a la mexicana que se caracteriza por tener siempre los mismos actores, y si no, ahí están los parientes. Como lo asienta un artículo del suplemento “Enfoque”, de Reforma, “Diputados: fuero o impunidad: personajes con cuentas pendientes, parientes de gobernadores y políticos reciclables. Esa es parte de la oferta de los partidos en estas elecciones”. ¿A poco?
Pero contentémonos, no estamos tan mal; sólo sufrimos un poco de influenza, otro tanto de pobreza y un poquito más de corrupción e impunidad. Vendrán tiempos mejores, dijera mi abuelo ya muerto hace quince años. En realidad, el problema está allá afuera, en otra parte. Aquí en México, la vida es bella y el show debe seguir. No importa que vengan los mismos de siempre, o sus júniors, hermanos, esposas, amantes, cuñados y etcétera. Vaya, que “cuando uno habla de piratas, puercos y pestes, no está claro si se refiere a los que están ‘allá’, o a los de aquí adentro”. (La Jornada/13 de mayo/09).
Allá afuera, ¿los piratas regresan al escenario?, ¿los puercos atacan?, ¿una peste surca el mundo? Cómo se ve que no conocen México, donde desde hace mucho ha habido piratas –incluidos aviadores-, puercos y una peste provocada por ratas de dos patas –Camus se quedó corto-. Y en tiempos electorales, surgen más males, se presentan más brotes de enfermedades seudo políticas, como la “rabia paralítica” –donde no más se ladra pero no se muerde, porque perro no come perro- que se caracteriza por presentar síntomas nerviosos como trastabilleo al caminar, andar en círculos, falta de apetito y sed, postración y a veces la muerte. ¡Sí! Tal es el padecimiento de los candidatos a diputados federales en sus aburridas, por insustanciales, y mecánicas campañas. Pero ni ellos se la creen. Sólo son retoques digitales pa’ mañana mandarnos a la chingada y ahí se ven, ellos ganando un dineral, regalías, vales, movidas y demás. El teatro ya está instaurado, sólo faltan los actores marionetas… ¿Y el pueblo? Pos PAN y PRI; o lo que es lo mismo, pan y circo.
¿Qué hacer con este país?
Tal parece que aquí se vale todo y todo vale pura madre. ¿Qué hacer con este país? Ojalá el Vaticano emita “Diez Mandamientos para un Buen País”. Seguro que encajaría requetebién aquí. Pero, ¿quién los acataría? Quizás tan sólo el “No robarás ni de noche ni de día, sino todo lo contrario”.
Mi admirada Lydia Cacho, en su artículo “¿Qué hacer con este país?”, plantea: “Lo que sí sabemos es que si no nos informamos, no hay manera de indignarse y sin indignación sólo hay esclavitud y silencio. Cuando Televisa oculta en sus noticiarios las declaraciones de Miguel de la Madrid, o las violaciones de militares en Juárez; cuando vende silencio, lo mismo que noticias, nutre la crisis. Cuando nos quedamos sólo con la versión oficial nutrimos la crisis, alimentamos el miedo. Cuando creemos que persistir en mostrar a los poderosos corruptos es un circo inútil, les damos más poder para ser más corruptos. Cuando creemos que buscar la verdad es ser pesimista, o que criticar a un partido es ser partidista nulificamos el debate. Sí, habrá que seguir señalando, desentrañando la verdad, indignándose ante la violencia, la mentira oficial y la corrupción. Trabajar en cada espacio personal y comunitario es indispensable, pero no es sino con la búsqueda que se encuentran respuestas, alianzas, soluciones. Somos 104 millones de mexicanas y mexicanos, sólo 0.5% nos gobierna, pero la crisis y el miedo nos han hecho creer que nuestras vidas y nuestro futuro están en sus manos. ¿No es eso extraño?” (El Universal/18 de mayo/09).
No lo creo; es, sencillamente, cinismo crónico de parte de ellos y dejadez de parte nuestra. ¿Cuándo vamos a despertar?
De cinismo y anexas
* Ojalá a nuestros políticos y candidatos a puestos de elección, les apliquen siempre medidas para evitar la influencia, sobre todo que les pongan un tapa hocico pa’ que no anden tirando tantas promesas y tantas pendejadas. Dios nos agarre confesados.

miércoles, 3 de junio de 2009

"Tercer grado", ¿espejo de los mexicanos?

ERNESTO PARTIDA PEDROZA
EnlaceVeracruz212

Todos los miércoles por la noche se dan cita las luminarias del periodismo mexicano en Televisa en el programa llamado Tercer grado”.Joaquín López Dóriga, Dennis Maerker, Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva; Carlos Loret de Mola, Adela Micha, todos ellos conducidos por Leopoldo Gómez. Tercer Grado es la conjunción de los egos del periodismo, todos ellos opinan, sentencian, condenan o absuelven.
Cada sesión se convierte en la defensa de los puntos de vista de los periodistas, la soberbia se monta sobre ellos, la humildad la han desterrado, nadie le pregunta al otro, ¿Cómo llegaste a esa conclusión? Y cuando lo hacen, no es para aprender del otro, sino para tomar elementos del otro para descalificarlo.
Lo que piensa cada periodista al inicio del programa es con lo que salen del mismo. No hubo ningún cambio de los puntos de vista, nadie pronuncia las palabras: “Tienes razón”, “Reconozco que estaba en un error”, “Gracias por abrirme los ojos”.Estas frases no existen en el diccionario de las estrellas del periodismo.
Por supuesto que estos periodistas famosos tienen todo el derecho de pensar lo que quieran, el problema es que sus puntos de vista se proyectan a sus públicos. Tercer grado está hecho a imagen y semejanza del pueblo de México. La gran diferencia entre el pueblo y estos periodistas es que estos tienen mucha información, misma que usan para fortalecer el pesimismo del pueblo mexicano. Piensan que la condición del pueblo mexicano no puede cambiar y curiosamente la gran mayoría de la población piensa lo mismo, es por esta razón que el pueblo no se mueve hacia un cambio, porque están convencidos de que no se puede.
Así como hay políticos que mandan al diablo a las instituciones, también los periodistas mandan al diablo a la filosofía, la sociología, la antropología y a la psicología. Al hablar de los problemas sociales pasan por alto a las ciencias sociales y terminan solo hablando del más alto nivel del chisme político que no edifica a nadie. ¿Acaso se edifica un gran país con este tipo de programas? ¿Qué es lo que le aporta Tercer grado a México?
La gran ausente en estos periodistas es la humildad y en su lugar se monta la soberbia que creen saberlo todo y terminan por condenar a todos los políticos que no hacen lo que debería hacer. Si sumáramos a todos los públicos de cada uno de estos periodistas, serían varios millones, mismos sobre los cuales se influye de forma determinante.
Si estos periodistas pusieran un poco de humildad en su trabajo periodístico, harían un gran servicio a México. Podrían aprender que la capacidad potencial de los mexicanos es mucho más grande que los problemas que padecemos, podrían vislumbrar que los problemas tienen solución y harían lo necesario, periodísticamente hablando, para encontrar las soluciones.
Los periodistas son testigos de que manera los partidos políticos no se pueden poner de acuerdo para resolver los grandes problemas que padecemos los mexicanos, pero estos periodistas tampoco se pueden poner de acuerdo en una simple mesa de discusión en la televisión, ¿con que autoridad moral pueden exigir que los políticos se pongan de acuerdo?
La virtud más importante que un periodista puede tener, no es la información que posee, sino la capacidad para hacer las preguntas sabias para a quien tiene las ideas que pueden llevar a solucionar los grandes problemas nacionales. Si tan solo pudiera darse un cambio en estos periodistas, estos podrían influir en el cambio de muchos millones de personas, mismos que pudieran llevar al cambio del país. Solo hasta entonces podríamos hablar del cuarto poder.
Hoy el cuarto poder se pronuncia y no sucede absolutamente nada. Una vez que ese cuarto poder cambie, solo hasta entonces los hombres y mujeres que ocupan cualquier posición del poder público se pondrán a temblar.
PROPUESTAS DE CAMBIO PARA “TERCER GRADO”
Dado que el programa tiene mucha difusión en todo el país y que está en la cadena más importante, es recomendable realizar varios cambios en su formato y en su contenido para contribuir a mejorar las condiciones México. La primera recomendación es que dejen de tratarse los temas de la agenda de la semana, dicho de otra manera, que se deje de tratar lo urgente para darle paso a los temas importantes, dejar atrás los temas del chisme político y darle paso a los temas de fondo, tales como la inseguridad, la corrupción, la pobreza, la impunidad, etc.
Sugerimos que los temas se centren sobre el diagnostico social de la realidad mexicana, sobre como es el México que deseamos y por último, de que manera podemos construir los puentes que nos ayuden a transitar de la escena real a la escena ideal. ¿Es difícil hacer eso?
Por último, sugerimos darle voz a los grandes estudiosos de la realidad social, tales como a los filósofos, a los sociólogos, a los antropólogos y a todos los que tengan algo valioso que aportar para la construcción de un México distinto. Los periodistas harían solo lo que deberían hacer a la perfección: preguntar con sabiduría para recibir las respuestas sabias de nuestros grandes hombres y mujeres de México.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Programa “Robemos a los xalapeños”

EZEQUIEL CASTAÑEDA NEVÁREZ

Me niego a aceptar que mi amigo Edmundo Martínez Zaleta, Director de Tránsito y Vialidad Municipal de Xalapa, sea quien esté operando el Programa que ya ha sido bautizado por los ciudadanos de esta capital como “Robemos a los xalapeños”, consistente en despojar a los propietarios de vehículos automotores con grúas que no son propiedad del municipio en operativos permanentes.
Me gana el afecto a Mundo y, además de eso, reconozco que su inteligencia y su experiencia en el servicio público es superior a cualquier consideración adicional que lo pudiera llevar a aceptar, mucho menos a encabezar tan tremenda agresión en contra de los ciudadanos xalapeños. Vamos, como que ni siquiera por obedecer órdenes superiores lo haría Mundo.
Tampoco me suena que David Velasco haya estado de acuerdo en tan grave agresión a sus gobernados, a menos que alguien hubiera sorprendido su buena fe asegurándole que el mencionado Programa de grúas y de infracciones podría ser una de las soluciones al grave problema vial que vivimos en la capital del estado, lo que es absolutamente falso.
Algo raro está sucediendo en el municipio que puede resultar de graves consecuencias para la autoridad municipal si no da marcha atrás en esto que a todas luces es un grave error.
Lo cierto es que, sea responsabilidad de quien sea, de unos días a esta fecha, atrás quedaron para los xalapeños los temores a la delincuencia organizada, al contagio de la influenza humana, al desempleo y a la guerra sucia de las campañas electorales, entre sus preocupaciones, porque, de repente, se vio en la ciudad un inusitado activismo que borró todo por parte de personal de Tránsito municipal y de alguna empresa privada, para hacer perdidizos cientos de autos que, supuestamente, se encontraban estacionados en lugares indebidos y aparecieron en un corralón.
Además de esto, como si se hubiese destapado la caja de Pandora, por todos lados se ha visto a personal de Tránsito municipal levantando infracciones a diestra y siniestra en una franca agresión a los ciudadanos xalapeños, en su bolsillo y en su tranquilidad, que alguien debe frenar ya, antes que lo hagan los propios afectados.
No existe mayor frustración para un ciudadano, que encontrar de momento que su auto no está en el lugar en donde lo dejó y, tras el susto, enterarse que este se encuentra en un corralón por lo cual tiene que desembolsar seiscientos pesos por concepto del puro arrastre si quiere recuperar su auto. Guardadas las proporciones, esto equivale a un secuestro, por el cual se pide rescate.
Enojo más que justificado cuando la infracción -en caso de que se haya cometido- tiene que ver con la imposibilidad de encontrar un lugar para estacionarse “legalmente” porque la autoridad municipal no ha sabido o no ha querido encontrar soluciones a este problema, como parece ser el caso.
Los hechos bien podrían encuadrarse en delitos que debe conocer la Fiscalía Especializada en Delitos cometidos por servidores públicos y, si como se dice, participa una empresa privada o personal ajeno al municipio, puede tratarse de delitos del orden común que puede significar cárcel para más de alguno, porque se usurpan funciones que corresponden únicamente al municipio.
No creo que David ignore, mucho menos ahora que estuvo de visita en la ciudad modelo de Curituba, en Brasil, que es obligación de la autoridad proporcionar los servicios necesarios para la actividad de los ciudadanos que, en este caso, sería un lugar para estacionarse.
La falta de espacios para situar los vehículos en Xalapa es un grave problema que no ha podido solucionar ninguna administración municipal por falta de capacidad y de imaginación de los gobernantes; principalmente, por falta de voluntad, que es la razón principal, porque Tránsito y Vialidad es uno de los giros negros de la administración municipal y, como todas estas áreas, representa utilidades adicionales con la simple aplicación de operativos o de programas como el de “Robemos a los xalapeños” de las que debe ser difícil sustraerse porque se quebrantan muchas voluntades por obvias razones.
Pero hay que considerar que estamos en Xalapa, ciudad culta que merece otro tratamiento a sus padecimientos, que no incrementen su carga.
Existen lugares para ubicar los vehículos en Xalapa; muy limitados, pero los hay, por si no lo saben los responsables de Vialidad; solo que hay que ubicarlos y marcarlos, para permitir legalmente el estacionamiento y, después de que se agoten realmente las posibilidades, iniciar los operativos sin que se cometan delitos.
Todos los conductores de Xalapa sabemos en donde están los lugares para estacionarse y cualquiera de nosotros se los podemos señalar a la autoridad municipal, para evitar que esta se equivoque como lo viene haciendo al castigar indebidamente, como si esto fuera la solución al problema, además de que se han incrementado las sanciones económicas, con la clara intención, creemos algunos, de alejar la posibilidad de que el ciudadano cumpla con el pago de la infracción y se vea obligado a realizar actos fuera de la ley, que le resuelven momentáneamente el problema en lo individual pero que deja el problema de fondo.
Ni una ni otra de estas acciones son las recomendables, cuando estamos en una ciudad culta que prefiere se construya ciudadanía a través de programas efectivos, serios, aplicables, viables, en los que los habitantes participemos convencidamente; no con asaltos en despoblado como los que se cometen con estos programas realmente delictivos, porque así no se construye ciudadanía.
Esa es la cuestión. Además, el horno no está para bollos.